
De día era Eva Roob, estudiante y futbolista del Nuremberg alemán, y por la noche se convertía en Samira Summer, actriz porno.
Pero no pudo compaginarlo por mucho tiempo. “A veces acababa las escenas sexuales a las cinco de la mañana y a las diez tenía que entrenar”. Dejó el fútbol “porque mi trabajo me gusta mucha más”...
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